Las rutinas pueden tener una gran influencia en la salud y la felicidad. Al menos, eso cree Arie Boomsma, productor de televisión y gurú de fitness holandés. ¿Quieres descubrir las rutinas que ha incorporado a su día a día? Le hemos preguntado por los hábitos, pequeños pero eficientes, que le ayudan a navegar por las oportunidades y los desafíos que le ofrece la vida: desde una ducha fría diaria hasta sus momentos de meditación.
Tienes una vida muy ajetreada: eres productor y presentador de televisión, escritor, dueño de un gimnasio, padre y esposo. ¿Qué haces para desestresarte?
“Si necesitas desestresarte, creo que el mal ya está hecho. Mucha gente se pasa el día corriendo de un lado para otro, agotándose hasta el final y luego se van de vacaciones para recuperar la calma o para soltar todo ese estrés acumulado. Intento no llegar a ese punto nunca y para ello sigo siempre la misma rutina diaria. Entreno cada día, como a horas más o menos regulares y me voy a la cama a la misma hora cada día. Paso unos 15 o 30 minutos en silencio cada día mientras hago ejercicios de respiración o medito, y tengo una dieta fresca y variada. Y además de mi entrenamiento, una vez a la semana voy a que me den un masaje. Mantener esas rutinas me ayuda a alcanzar la calma y la serenidad en mi vida”.

¿Qué ritos diarios practicas? ¿Cuáles son los más antiguos y los más nuevos de tu vida? ¿Y por qué son tan importantes esos ritos diarios?
”Me encantan las rutinas. Mi rutina matutina es posiblemente la más antigua. Normalmente me levanto antes que los niños. Empiezo el día con una ducha fría para despertarme y sentirme alerta y lleno de energía.
Luego hago un poco de meditación, cinco o diez minutos en silencio. Normalmente, mi meditación matutina es bastante sencilla: cuento las respiraciones, alargo las exhalaciones o hago una meditación de escaneo corporal. A veces, uso una aplicación de meditación, como Headspace o la app de Rituals. El hábito más reciente es que ahora voy a que me den un masaje una vez a la semana. Y una vez al mes, un masaje facial. Son hábitos nuevos para mí que he incorporado a mi rutina diaria porque necesito más tiempo para recuperarme y cuidarme desde que cumplí los cuarenta. En parte porque me he hecho más mayor y en parte porque tengo una vida bastante intensa. Ese extra de cuidado me ayuda mucho”.
Pasas mucho tiempo entrenando en el gimnasio. ¿Pero cuál es tu entrenamiento mental favorito, el que fortalece el alma en vez de los músculos?
“Leo mucho. Es algo que me ha gustado hacer desde pequeño. Ahora leo menos porque tengo hijos, pero me aseguro de que leo al menos una página al día. Los días buenos, los fines de semana y durante las vacaciones leo más, pero una página al día es una buena base. Además de leer, medito a diario. Para muchas personas, la meditación es algo un poco extraño todavía. Pero para mí se trata de estar en silencio un rato. De escuchar a mi cuerpo y ser consciente de mis respiraciones, de ordenar mis ideas. Pocas cosas pueden tener un impacto más profundo y positivo… Se lo recomiendo a todo el mundo. Pero solo notas los efectos de la meditación después de practicarla durante un periodo de tiempo largo”.
Cuidar tu cuerpo es importante para ti. Te esfuerzas por mantenerte en forma. Pero eso no puede ser solo fruto de un deseo de tener buen aspecto. ¿Por qué te importa tanto cuidar de tu imagen?
”Tu aspecto es un reflejo de lo que entrenas, comes y duermes. Tener un buen aspecto nunca ha sido un objetivo en sí mismo para mí. Pero estoy convencido de que en los tiempos que corren, en los que nos exigimos tanto y queremos ver y hacer tantas cosas, necesitamos prestar atención a la salud de nuestro cuerpo. Si no lo hacemos, nos agotamos. Nos quedamos sin energía para nuestros hijos al final de un día de trabajo, nos empieza a doler el cuerpo o caemos enfermos con mayor frecuencia. Entrenar y cuidarme me aporta la energía necesaria para vivir mi vida al máximo. Y, además, me encanta que al entrenar puedes superar tus límites, transformarte y desafiarte”.

¿Cuándo experimentaste por última vez un pequeño momento de alegría?
“Esta tarde, cuando tenía a mi hija en brazos y estaba leyendo Plasman, un precioso libro para niños de Jaap Robben. Durante un rato, los únicos que existíamos éramos nosotros dos y esa historia. Estábamos compartiendo el momento por completo. En calma. Perfecto”.