Te damos la bienvenida a nuestra nueva serie, “Mi vida con alma”. A través de 13 preguntas basadas en los puntos de la brújula de The Art of Soulful Living, pedimos a alguien que nos inspira que reflexione y nos muestre su lado más genuino. 

Kelly Weekers tiene un máster en Psicología clínica y de la salud y es experta en ayudar a la gente con situaciones de ansiedad, depresión y síndrome de desgaste. También ha escrito tres libros: The Power of Choice: how to Hack Your Happiness, Happy Life 365 y, más recientemente, Choosing Me. Por todo ello hemos contado con su ayuda para crear nuestra masterclass Cómo ser tú mismo, que se centra en la autenticidad y en cómo empezar a vivir una vida que de verdad te guste. Kelly se centra en dar pequeños pasos cada día que a largo plazo marquen la diferencia y den lugar a cambios genuinos.  

 

1. ¿En qué momento del día prefieres reflexionar? 

 

“Al final del día. Creo que los últimos cinco minutos antes de irte a la cama deberían ser los más reflexivos de la jornada. Hay dos razones: creo que no importa lo mal que te haya ido el día, siempre es buena idea terminarlo en positivo y con esperanza para el día siguiente. También me parece que por la noche, mientras dormimos, nuestro subconsciente está más abierto a crear nuevas experiencias para nosotros. Reflexionar al final de la jornada, centrándote en lo correcto, en lo que quieres y en las cosas que te enorgullecen, será de gran ayuda. Llenar tu subconsciente de ideas y aprendizajes positivos es muy importante”. 

 

2. ¿Qué persona, lugar u objeto te aporta siempre alegría? 

 

“Ibiza. Acabamos de mudarnos aquí pero llevo 12 años viniendo de visita y, en cuanto puse un pie en la isla, me llené de paz y de calma. Es mi sitio favorito y noto que su energía me empodera”. 

 

3. ¿Qué crees que es más importante: perdonar u olvidar? 

 

“No soy el tipo de persona que olvida algo que le ha resultado importante. Por eso diría que es más importante aprender a dejar ir. Y para mucha gente, perdonar forma parte de ese proceso. No hablamos solo de perdonar a los demás, también a nosotros mismos, porque puedes hacerte mucho daño, no solo a otras personas. Creo que perdonar es muy importante para ayudarte a vivir en el presente”. 

 

4. ¿Por qué momento de tu vida te sientes más agradecida? 

 

“Por convertirme en madre. Era un deseo que tenía desde que era pequeña. Puede sonar a cliché, pero es cierto. Me han dado una sensación de propósito en la vida que va más allá de mí misma y de lo que hago. Espero que sientan orgullo por la mujer que he sido y que haya sido un buen ejemplo, para que vivan sus vidas como quieran y no dejen de respetar su yo más auténtico”. 

 

5. ¿Has encontrado ya tu propósito en la vida? 

 

“Sí, creo que sí. Creo que enseñar acerca de la autenticidad es mi camino más auténtico. Es lo que mejor se alinea con lo que soy, con lo que se me da bien y con lo que me da energía”. 

6. ¿Crees que la compasión se puede enseñar? 

 

“Una de las lecciones más interesantes que he aprendido con la psicología acerca de la compasión es que los adultos vemos tantas cosas negativas en el mundo que solemos volvernos más ariscos y a sentir menos compasión hacia los demás.  

 

Pero creo que si intentamos ver que cada uno de nosotros llevamos un niño pequeño en nuestro interior que solo quiere que le vean y le escuchen, tener compasión es mucho más fácil. Cuando alguien te grita o cuando te trata mal, sabes que lo más probable es que le pasara algo de pequeño.  

 

Creo que para muchos la falta de compasión también es un mecanismo de supervivencia. Tienen que aprender nuevas lecciones y abrir sus corazones, algo que no es fácil y requiere tiempo. A veces tienes que mantener los límites y saber distinguir entre la energía propia y la de los demás, pero siempre se puede tener compasión”. 

 

7. ¿Qué te gustaría hacer de manera más consciente? 

 

“Creo que se trata de vivir el momento siempre y se me da bastante bien porque me dedico a ello. Tenemos mil cosas que hacer en esta vida tan ajetreada y a veces se te pasa el día sin que te des cuenta.Por eso, cada día me pongo como propósito vivir de manera mindful e intentar disfrutar del presente, porque es todo lo que tenemos. Cuando esté en mi lecho de muerte, me gustaría echar la vista atrás y pensar que he disfrutado al máximo mi vida”. 

 

8. ¿Cómo sabría que me quieres? 

 

“Cuido mucho a la gente que quiero, les presto toda mi atención. Principalmente, porque me encanta pasar tiempo con esas personas. A veces antepongo demasiado las necesidades de los demás y tengo que poner freno a esa inclinación por gustar a todo el mundo. Para mí el hecho de cuidar de la gente consiste en asegurarme de que sea lo que sea que necesiten, lo tengan”. 

 

9. ¿Cuál ha sido el último acto de bondad desinteresado que has realizado o presenciado? 

 

“Es un propósito que me pongo cada día. Para mí, un acto de bondad desinteresado es preguntar qué tal está a mi vecino cuando lo veo por las mañanas. Sé que le gusta. Eso es un pequeño acto de bondad. Creo que si ofreces bondad al mundo, este te lo devolverá”. 

 

10. ¿Con qué tres palabras definirías a tu yo más genuino? 

 

“¡Realista, optimista y sarcástica!” 

 

11. ¿Tus pasiones son duraderas o pasajeras?  

 

“Soy una persona muy fiel y disciplinada. Todo el mundo que me conoce sabe que me encantan las rutinas y, si me comprometo con algo, lo haría siempre con energía. Tengo esa energía dentro de mí: en cuanto me levanto estoy en marcha. Solo tiraría la toalla con algo que no fuera adecuado para mí”. 

 

12. ¿Hay algo que siempre logra mantenerte en el momento presente? 

 

“¡Mis niñas! Tiene sus cosas buenas y malas. Siempre hablamos de las partes positivas, pero lo cierto es que a los niños les da igual lo que estés haciendo. Te dicen ‘Mamá, necesito esto ahora mismo’. Es algo que tienen que aprender a controlar. Pero me ayudan a vivir en el presente porque, para ellas, el ahora es lo único que existe. 

 

13. ¿En qué momento de tu vida has necesitado más una mentalidad positiva? 

 

“Cuando he perdido a gente a la que quería, creo. No sabes lo que es la pena hasta que pierdes a un ser querido. Sencillamente no sabía qué hacer conmigo misma, porque suelo ser una persona muy positiva. Cuando perdí a una amiga e incluso cuando perdí a mi perro tras una operación, me encontré fatal. Pero lo que he aprendido es que no tienes por qué recuperar la positividad de manera inmediata. A veces la vida nos golpea y no hay más vuelta de hoja. No pasa nada por dejarse llevar, tirarse en el sofá con un bote de helado y llorar un rato. Es importante sacar nuestras emociones, vivir el momento sin intentar cambiar nada, porque al final acabas encontrándote de nuevo, volviendo a tus rutinas y recuperas la positividad”.