Los niños no son los únicos que deberían tener una rutina antes de dormir. Olvídate de las pantallas, crea el ambiente adecuado y desconecta con esta sencilla guía para dormir mejor y despertarte como nuevo.
Las horas de sueño son mágicas. El cuerpo las necesita para repararse, el cerebro las usa para procesar la jornada y te despiertas como nuevo. Pero dormir bien requiere mucho más que poner la cabeza sobre la almohada. Una rutina nocturna relajante ayuda a calmar la mente y te prepara para entregarte a los brazos de Morfeo.
Te damos varias ideas para que elijas las que mejor te funcionen.
1. El ambiente perfecto
Se trata de activar el “modo sueño”. Atenúa las luces, enciende una vela y pon la música adecuada. Pueden ser melodías al piano, olas o ruido rosa (como lluvia o latidos): lo importante es que sea un sonido que te ayude a relajarte.
¿Qué debes evitar? Darte un atracón de Netflix o pasarte horas en Instagram. La luz azul de las pantallas le dice a tu cerebro que aún es de día y cancela la producción de melatonina, la hormona que necesitas para dormir. Desconecta al menos 90 minutos antes de irte a la cama y activa el filtro de luz roja con antelación por si acaso no resistes la tentación.

2. Meditar en la cama
Si te has pasado alguna que otra noche mirando el techo, sabes que la mente puede ser tu peor enemiga a la hora de dormir. Te recomendamos que pruebes a meditar para conciliar más fácilmente el sueño. Túmbate, cierra los ojos y escucha. Notarás que la frecuencia cardiaca se ralentiza, la temperatura corporal desciende y empezarás a relajarte. Un consejo extra: ten a mano unos calcetines y una manta extra por si tienes frío. ¡La comodidad es imprescindible!
3. Saborea un relajante masala chai latte
Cambia tu té habitual por este masala chai iced latte, frío o caliente, inspirado en el ayurveda. Está repleto de cálidas especias que te ayudarán a relajarte.
Para dos tazas:
- 1 clavo
- 2-3 rodajas de jengibre fresco (o 1 cucharadita de jengibre en polvo)
- 2 granos de pimienta negra
- 1 rama de canela
- ½ cucharadita de cardamomo
- 2 cucharadas de té negro
- 400 ml de agua
- 200 ml de leche
- 2-3 cucharaditas de azúcar moreno
Preparación: Machaca las especias, déjalas infusionar en agua caliente durante 10 minutos y añade el té durante 5 minutos más. Cuélalo, deja que se enfríe, mézclalo con leche y azúcar y echa canela por encima.
4. Escríbelo en tu diario
Mientras saboreas tu latte, escribe las cosas buenas que te ha deparado el día, lo que te ha sorprendido y lo que te hace sentirte agradecido. También puedes escribir lo que te ha resultado frustrante y cómo lo gestionarías la próxima vez. No necesitas crear frases perfectas, solo tienes que volcarlo en el papel.
Escribir en tu diario no solo es relajante, sino que sus beneficios están reconocidos por la ciencia. Muchos estudios señalan que la escritura mejora el sistema inmune, acelera la capacidad de recuperarse de las heridas y reduce el estrés. También puedes hacer una lista de las tareas que debes completar al día siguiente, en el trabajo, en casa, en tu vida social… Así tu cerebro no las repasará una y otra vez mientras intentas conciliar el sueño.
5. Un toque de aroma
El aroma es una herramienta muy potente para relajarse. La colección The Ritual of Jing, inspirada en el antiguo concepto de relajación y calma chino, es ideal para desconectar.
Prueba nuestra bruma para el cuerpo y la almohada: aplica unos toques antes de cepillarte los dientes (para dejar que la fragancia se asiente) y llena tu espacio del relajante aroma de sándalo y lavanda.
Tu rutina no necesita ser muy larga, pero sí requiere constancia. Puedes probar las cinco ideas que te damos aquí o quedarte con las que más te interesen. En nada de tiempo, tu cuerpo identificará que estos ratos de calma cada noche son la señal que necesita para dormir mejor.
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