Deliciosa y supersana, esta receta está repleta de micronutrientes, fibras y proteínas.
Perfecto para un almuerzo o cena de primavera, este bol de bulgur tiene grandes dosis de sabor gracias a las numerosas hierbas y verduras frescas y el toque especial del yogur de limón salado.
Para crear un menú mindful, hay que elegir recetas que se puedan comer a lo largo de varios días o que puedan mezclarse con otras sobras. En esta receta, uso zanahorias arcoíris confitadas asadas a fuego lento, pero se puede usar cualquier verdura que tengas en casa: queda igual de deliciosa con brócoli, calabacín o maíz, por ejemplo. Como es tan versátil, también puedes acompañarla de falafel, pescado o pollo.
Al cocinar las verduras a fuego bajo y lento en un adobo aromático de aceite, el sabor está garantizado. El yogur le aporta un extra de proteínas (ideal para los apasionados del gimnasio), mientras que el aliño de hierbas frescas se encarga de que no nos falten micronutrientes.
Para servirlo, mezclamos bulgur, zanahorias, el aliño de hierbas y el yogur de limón salado, pero, si guardas cada ingrediente por separado en el frigorífico, este plato te durará hasta cuatro días en perfecto estado.
A tener en cuenta: esta receta crea cero desperdicios por muchos motivos. En primer lugar, porque usamos la parte verde de las zanahorias en el aliño de hierbas. En segundo lugar, reutilizamos el aceite en el que confitamos las zanahorias como base del aliño. Y, en tercer lugar, empleamos el zumo de limones en conserva. Como tiene mucho sabor, es una lástima desperdiciarlo, y en esta receta nos ayuda a potenciar al máximo el resto de sabores.
Tiempo de cocinado: 30 minutos (+ 60 minutos para que se enfríe)
Porciones: 2

Ingredientes:
- 500 g de zanahorias arcoíris (aprox. 6)
- 200 ml de aceite de oliva
- 200 ml de agua
- 1 pastilla de caldo de verduras
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de pimienta
- 1 limón en conserva (la piel)
- 150 g de yogur griego
- 150 g de bulgur
- 200 g de guisantes congelados
- 1 pepino
- 200 g de rábanos
- 5 cucharadas de zumo de limones en conserva (del frasco)
- 2 cucharadas de mayonesa
- 15 g de eneldo fresco
- 15 g de menta fresca
- 15 g de perejil fresco
Pasos:
- Precalienta el horno a 150 ºC. Corta la parte verde de las zanahorias y resérvala para más adelante. Pela las zanahorias, pero no las cortes. Coloca las zanahorias en una fuente de horno. Añade el aceite de oliva, la pastilla de caldo de verduras, sal y pimienta. Tapa la fuente con papel de aluminio y déjala en el horno durante 1,5 horas. Las zanahorias estarán listas cuando estén tiernas pero sin perder su forma. Usa un tenedor para comprobar su punto.
- Mientras, prepara el yogur de limón salado. Corta la piel del limón en conserva en trozos muy pequeños y mézclalos con el yogur griego. Resérvalo.
- Cocina el bulgur según las instrucciones del envase (añade sal al agua de cocción). Escurre y enjuaga el bulgur en agua fría. Échalo en un bol grande para mezclarlo con el resto de ingredientes. Descongela los guisantes y mézclalos con el bulgur. Corta el pepino y los rábanos en trozos pequeños y añádelos a la mezcla. Añade el zumo de limones en conserva y la mayonesa. Mezcla todo bien.
- Ahora corta el eneldo, la menta, el perejil y la parte verde de las zanahorias, lo más fino posible, y mézclalo todo en el bol (parece mucho, pero es lo que necesita la receta). Echa la mitad de las hierbas en el bol con el bulgur y la mezcla. Echa la otra mitad en un bol más pequeño y añade el líquido que quede de la fuente del horno. Prueba y sazona con sal y pimienta.
- Reparte el bulgur en platos y añade algunas zanahorias confitadas por encima. Vierte también un poco de yogur de limón por encima y después una parte del aliño de hierbas.
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$15.00