Hay una fórmula para alcanzar la felicidad que cambiará tu vida

¿Hay personas que parecen intrínsecamente felices, verdad? Mientras que otros parecen tener una tendencia hacia la infelicidad. La verdad es que todos podemos ser felices. La felicidad no es algo que encontremos por mera casualidad o suerte. La felicidad es tan predecible que existe una sencilla fórmula para definirla.  

 

 

“Nos sentimos felices cuando la vida se comporta como queremos”, afirma Mo Gawdat, experto en felicidad y autor de El algoritmo de la felicidad. Lo opuesto también es verdad, claro: “La infelicidad llega cuando la realidad no cumple nuestras esperanzas y expectativas”. Por ejemplo, Mo explica que “cuando esperas que haga sol el día de tu boda, un chaparrón inesperado representa una traición cósmica. Tu infelicidad ante esa traición podría quedarse para siempre y reaparecer cada vez que te sientas triste o enfadado: “¡Tendría que habérmelo imaginado! El día de nuestra boda llovió”.  

 

La ecuación de la felicidad 

Sin embargo, tu felicidad no depende de un chubasco inesperado. Depende de tus expectativas. La mejor manera de explicar la definición de la verdadera felicidad es con la ecuación de la felicidad de Mo Gawdat:   

 

La fórmula revela el secreto de la felicidad: somos felices cuando nuestras expectativas son iguales o inferiores a la realidad de los acontecimientos.  

 

La felicidad es un pensamiento 

En realidad, lo que nos hace infelices no es lo que ocurre sino lo que pensamos sobre ello. Date un tiempo para asimilarlo. La felicidad depende de tu percepción y la clave es centrarse en los pensamientos positivos. Puede que llueva el día de tu boda, pero eso no cambia el hecho de que te casas con la persona que amas. Por eso es un día tan maravilloso, no por el tiempo que haga. ¿No te convence? La mejor manera de reafirmar esta idea es con la prueba de la mente en blanco 

 

LA TAREA DE HOY PARA SER MÁS FELICES 

Piensa en un momento en que te sentiste infeliz, cuando un amigo te trató mal, por ejemplo, y céntrate en ello durante uno o dos minutos. No es agradable, pero merecerá la pena.  

 

Ahora piensa en otra cosa, como en tu helado favorito, o canta una canción que te guste. ¿Cómo te sientes?  

 

Al parar de pensar en lo que te hace infeliz, ¿te has empezado a sentir mejor, verdad? Una vez apartamos el pensamiento, el sufrimiento desaparece. A menudo no podemos controlar lo que ocurre, pero sí que podemos controlar lo que pensamos.  

 

Mo explica en su libro que cuando una persona que nos ha tratado mal se disculpa, no borra el hecho en sí, pero te hace sentir mejor, porque el gesto cambia tu forma de pensar sobre lo que sucedió. Reconfigura el mundo emocional dentro de ti y los eventos que se producen fuera de ti y equilibra tu ecuación de felicidad. 

 

Haz clic aquí para ver el día 4 del Reto de la felicidad.