Tus sueños: El significado oculto de las historias que creas mientras duermes

Los sueños abren ventanas a los entresijos de la mente. Aún nos queda mucho por descubrir sobre ellos, pero si hay algo cierto es que son tan antiguos como el mundo, y son comunes a todos los seres humanos

 

El suelo desaparece bajo tus pies, el horizonte se empequeñece a lo lejos y una fría ráfaga de viento acaricia tu cara. Estiras los brazos y ¡estás volando! Es tan real, tan emocionante. Y entonces, te despiertas. “Solo” era un sueño, te dices a ti mismo. Pero no puedes dejar de preguntarte qué significa… 
 

No ha habido una época o cultura que no haya recurrido a los sueños en busca de respuestas. Mucho más que fantasías nocturnas, los sueños pertenecen a una dimensión diferente, en la que la lógica de nuestro día a día ya no tiene sentido. En cuanto dejamos vía libre a nuestro inconsciente, la frontera entre la realidad y la fantasía pierde su consistencia y gana en ingenio, creando un estado en el que todo es posible.   

 

A las puertas del cielo  

Cerramos los ojos y ambos mundos —el real y el onírico— se funden en uno, abriendo una puerta a la esfera espiritual. Tanto es así, que en el hinduismo, se dice que el dios Vishnú creó el universo en una de sus siestas cósmicas, acostado sobre el universo. Por su parte, los nativos americanos siempre han utilizado los sueños para comunicarse con los viejos espíritus, y los antiguos egipcios creían que los sueños escondían mensajes de los dioses. Por ello dormían en los templos, en ‘camas para soñar’, ante la presencia de sacerdotes que daban sentido a sus ensoñaciones al despertar. Hoy conocemos un poco mejor esta leyenda, gracias al libro egipcio de los sueños encontrado en el Valle de los Reyes. En él hallamos infinidad de sueños en los que se come carne de cocodrilo, se parten piedras o se cuida a los monos. Se remonta al año 1350 a.C. y es el documento sobre sueños más antiguo del mundo.  

 

Más de 3000 años después, los sueños nos siguen seduciendo. En Japón, se dice que el hatsuyume, el primer sueño del Año Nuevo, augura suerte para ese año y soñar con el monte Fuji o con un halcón es el culmen de la suerte. Los estudios demuestran lo contrario: más que relacionados con el futuro, los sueños tienen más que ver con nuestro pasado inmediato, al verse como una de las formas que tiene nuestra mente de procesar los sucesos del día.   

¿Por qué soñamos?

No hay un consenso real sobre por qué soñamos. Pero sí que hay varias teorías y creencias muy extendidas. Una es que es un efecto secundario del procesamiento de los recuerdos creados durante el día. Durante la fase REM del sueño, nuestro cerebro procesa y almacena nueva información y crea recuerdos a largo plazo, y se cree que soñar es una parte, o un efecto secundario, de este proceso. También es conocido como el modelo de activación y síntesis desarrollado por J. Allan Hobson y Robert McClarley, que defienden que los procesos fisiológicos del cerebro son los desencadenantes de los sueños. 

 

En un nivel con mayor significado, hay quien piensa que los sueños son una extensión de nuestra conciencia despierta, como una sesión de terapia que tiene lugar mientras dormimos. Es una manera de gestionar nuestras emociones y que nos permite dormir bien a pesar de todo lo que se cuece en el interior. 

 

Desconocemos cómo funciona exactamente, pero se puede decir que los sueños enriquecen nuestra experiencia diaria, abriendo cada noche la puerta a los territorios inexplorados de nuestras fantasías más profundas. Ya lo dice el escritor británico Neil Gaiman: “La gente piensa que los sueños no son reales solo porque no están hechos de materia, de partículas. Pero los sueños son reales. Están compuestos de puntos de vista, de imágenes, de recuerdos…” Y por supuesto, estos son igualmente importantes. ¿En qué otro momento de la vida puedes tocar el cielo con tan solo cerrar los ojos? 

 
¿Qué significan los sueños? 

Aunque no hay una prueba definitiva, los sueños suelen ser pensamientos autobiográficos basados en nuestras actividades, conversaciones o temas recientes. Sin embargo, existen algunas teorías populares sobre los sueños más comunes y lo que se cree que simbolizan: 

 
Ataques de pájaros o caídas:ansiedad, demasiadas cosas que pasan a la vez. 

Una playa: un encuentro entre dos estados mentales.  

Un bonito bosque:salud y energía vital.  

Un desván vacío:se avecinan retos complicados.  

Volar:esperanza, libertad, posibilidades infinitas.  

Perder los dientes: pérdida del control, impotencia y ansiedad generalizada.  

Perder el pelo: temor a perder vitalidad, confianza o autoestima.  

Una araña: representa poder femenino o creatividad. 

Protagonizar una película: tener una visión más completa de tu vida.  

Convertirte en un superhéroe: nada se interpone en tu camino. 
Agua: una piscina en calma refleja la paz interior, mientras que las olas indican agitación.  

 

¿Te has planteado escribir un diario de sueños? Cuando te despiertes, escribe lo que recuerdes de lo que has soñado y, con el tiempo, puede que empieces a notar ciertos patrones.

Laura Wabeke

Laura Wabeke

La traductora, editora y redactora Laura Wabeke siente fascinación por las palabras y las formas innovadoras en las que se pueden usar para expresarse. Después de nueve años como freelance en el sector de viajes, las agencias de medios, la publicidad y la edición de libros, esta redactora interna ahora domina el yoga, la meditación, el mindfulness y sigue la filosofía de la marca de encontrar la belleza y la felicidad en los pequeños detalles.