La luz es capaz de lograr ese ambiente acogedor que buscas en tu hogar. Conseguirlo es muy fácil. Nuestros expertos te lo enseñan. 

 

Un sofá bonito y unos cojines suaves son fundamentales para lograr que una casa resulte acogedora. Pero si quieres ir un paso más allá, céntrate en la iluminación. Porque, como nos cuentan los expertos en decoración de interiores, tener una solitaria bombilla en el techo no es suficiente para crear ambiente.  

 

Jugar con distintas fuentes, ángulos, intensidades y direcciones de la luz te permite convertir incluso los espacios más oscuros en habitaciones con encanto. Por eso hemos preguntado a los entendidos cuáles son sus mejores consejos de iluminación para lograr unos hogares siempre acogedores.  

1. Decide lo que quieres conseguir  

 

“Para iluminar una habitación hay que tener en cuenta tres tipos de luces distintos: ambiental, de tarea y de acento”, explica Katie Thomas, diseñadora de interiores y fundadora de KTM design. “La principal fuente de luz se conoce como luz ambiental y es la base de tu iluminación. Las luces de tarea iluminan zonas a las que no llega la luz principal, como las lámparas de mesa. Por último, las luces de acento se pueden usar para atraer la atención a una determinada zona, como las luces encima de un cuadro”. 

 

Y esta regla tiene una muy buena razón de ser. “Si solo tienes luz ambiental procedente del techo, las habitaciones adquieren un toque clínico”, afirma Stephane Piazza, responsable de Decoración de Interiores en Apt London. “Combinar distintas fuentes de luz, de diferentes direcciones y alturas, te permite crear un ambiente más acogedor”.  

 

2. Apuesta por la iluminación por capas

Ahora toca empezar a crear las capas. “Una iluminación por capas crea pequeñas zonas de luz que conforman una atmósfera acogedora”, explica Marketa Rypacek, directora gerente de los especialistas en iluminación de Industville. Y la intensidad de cada capa también es importante. “La luz para acentuar suele ser unas tres veces más potente que la de ambiente, porque esta última se reparte de manera uniforme por el salón mientras la primera se limita a iluminar zonas concretas”, explica la diseñadora de interiores Deborah Fitz. 

 

3. Un único tipo de bombilla es la mejor opción

“Usa siempre el mismo tipo de bombilla y de temperatura,” recomienda Deborah. Mejor si toda la iluminación es cálida o fría. Así, aunque las intensidades cambien para crear zonas iluminadas y en sombra dentro de un espacio, también notaremos una coherencia en la habitación. 

 

4. Trabaja con el espacio

Ajusta la iluminación según el espacio. Si tienes techos altos, puedes añadir una lámpara que cuelgue para aportar un toque de personalidad. En los espacios más pequeños es mejor iluminar las esquinas con lámparas o velas para que la luz llene esa zona. “Para que las esquinas resulten más acogedoras, puedes añadir una lámpara de pie”, sugiere Katie. “Las luces para acentuar también son fundamentales para establecer el tono adecuado. Como la luz de una vela o una chimenea. Si no tienes una chimenea y no quieres encender velas, puedes recrear el ambiente perfecto con luces pequeñas y velas eléctricas que aportan calidez y brillo a los días oscuros y las noches largas”. 

 

5. No te olvides de la oscuridad

Las áreas bien iluminadas son útiles para leer, trabajar o simplemente para ver lo que estás haciendo. Pero jugar con la oscuridad también es fundamental para lograr una sensación acogedora. “Si tienes una obra de arte o un mueble concreto, puedes colocar cerca una luz para acentuar para que destaque dentro de la habitación”, afirma Piazza. “Así, también creamos una zona más oscura a su alrededor que fomenta esa sensación de comodidad. La oscuridad es tan importante como la luz dentro de una habitación y puede ser el lugar perfecto donde colocar un mueble para sentarte cómodamente a contemplar lo que has destacado con la iluminación”. 
 

6. Descubre el atenuador de luz

Los atenuadores son la solución para controlar el tono y la intensidad de la iluminación. La luz natural cambia según el momento del día y la estación. A veces necesitas todas las luces para ver bien y otras veces, en los días con mucho sol, puedes prescindir de estas.  El atenuador es “una manera rápida y rentable de ofrecer varios niveles de luz a un espacio, para crear el ambiente adecuado y cambiarlo cuando quieras”, indica Marketa.  

 

7. Cambia las pantallas de tus lámparas

Igual que la bombilla, la pantalla de la lámpara puede ser determinante para el ambiente que buscas. “Las pantallas difuminan o redirigen la luz directa para aprovecharla al máximo y para proteger los ojos del resplandor”, afirma Ash Read, fundador de Living Cozy. “Es mejor optar por una pantalla de color claro, porque difumina la luz con mayor facilidad. La forma también es importante, porque una pantalla grande será demasiado para los espacios pequeños”. 

 

Elegir una textura como el ratán para la pantalla creará una sombra preciosa en toda la sala. “Aprovecha las estaciones apostando por tonos verdes a juego con las plantas del exterior y elige una luz más rica y acogedora, ideal para relajarte”, sugiere Katie. Es una manera sencilla y eficiente para darle un toque personal a un espacio. 

 

8. No te limites

Puedes tener algunos problemas logísticos en relación con la iluminación, especialmente si no tienes puntos de luz en el lugar adecuado. Esto es muy común si vives en una casa alquilada y no puedes hacer demasiados cambios o, sencillamente, si no te apetece cambiar la instalación eléctrica. ¿Qué puedes hacer entonces? “Apuesta por lámparas que se puedan cambiar de sitio o las bombillas recargables”, recomienda Fitz. “Hay opciones muy bonitas, perfectas para iluminar zonas donde no hay enchufes, y que también son preciosas como elemento decorativo”.  

 

9. También en el exterior

Si tienes la suerte de tener un patio o una terraza, elige también la iluminación adecuada para estas. Opta por luces que funcionan con energía solar. Así crearás un entorno exterior precioso, además de una sensación superacogedora al mirarlo desde dentro.  

 

Este artículo forma parte de la serie House of Wellbeing, centrada en ayudarte a convertir tu hogar en un refugio de bienestar. Son artículos llenos de datos de expertos y consejos prácticos pensados para ofrecerte todo lo que necesitas para llenar tu casa de serenidad, calma y alegría.