NAMASTÉ: UNA FORMA DE VIDA

Todos los que alguna vez hayan hecho una clase de yoga o meditación han dicho namasté en algún momento. Y si no, tal vez hayas escuchado a alguien decirlo. La palabra namasté es un saludo en sánscrito antiguo. Es una palabra bella y humilde que puede traducirse como “el espíritu divino dentro de mí reconoce y respeta el espíritu divino en ti” . El gesto de namasté (o Anjali Mudra) es el acto de juntar las palmas de las manos frente al corazón y suavemente inclinar la cabeza. Es un saludo humilde, directamente desde el corazón.

 

NUESTRO ESPÍRITU INTERIOR

Namasté también tiene un significado más profundo, uno que está enraizado en la espiritualidad. Cerrar los ojos e inclinar la cabeza simboliza la sumisión de la mente a la divinidad del corazón para mirar en nuestro espíritu interno.

 

SIMBOLISMO

Namasté es rico en simbolismo. Para hacerlo correctamente debemos unir los cinco dedos de la mano izquierda con los cinco dedos de la mano derecha. Los cinco dedos de la mano izquierda representan los cinco sentidos del karma, y los de la derecha son los cinco órganos del conocimiento. Simboliza que nuestro karma, o lo que hacemos, debe estar en armonía y regirse por el conocimiento adecuado, lo que nos impulsa a pensar y actuar correctamente. Al combinar los cinco dedos de cada mano, se logra un total de 10. Y el número 10 es un símbolo de perfección, el número místico de plenitud y unidad.

 

NAMASTÉ ESTÁ EN TODAS PARTES

Mientras que algunas versiones del saludo namasté son populares en muchos países del mundo, estrechar la mano puede
ser visto como tabú. En la India, por ejemplo, a los niños se les enseña a decir cortésmente namasté a sus mayores desde muy pequeños, lo que crea un ambiente de amor y paz en la sociedad.

 

LA LUZ DENTRO DE TI

Namasté es más que una palabra, es una forma de vida. Es una forma de mostrar respeto: por ti mismo, por los demás, por nuestro mundo y por la naturaleza.

Piénsalo como una forma de conexión con todo lo que nos rodea. No es una idea religiosa, sino más bien un manera de entender la vida. Es una forma de trascender nuestro propio ego y valores, de manera que puedas abrirte y mostrar compasión y empatía con los demás en todos los aspectos de la vida.

 

La belleza que ves en mí es un reflejo de ti

RUMI

 

LA ACEPTACIÓN CRECE CUANDO SOMOS CONSCIENTES

El respeto es reconocer los sentimientos, deseos o derechos del otro. Es ser conscientes y aceptar que, aunque estemos en desacuerdo, siempre debemos ser respetuosos.  No siempre es fácil respetar a las personas con las que no estamos de acuerdo, o con las que tienen creencias tan diferentes a las nuestras. “¿Cómo puedes pensar eso?” Decimos. “¿A ti qué te pasa?” Pero si nos cerramos ante las personas que son diferentes a nosotros, no hay forma de avanzar. No crecemos, y lo peor de todo, nos privamos de ser más empáticos.

 

VIVIENDO LA VIDA

Vivir una vida namasté significa ser compasivos y respetuosos todos los días. Si tratamos de interactuar siempre con los demás con una actitud que demuestra que los honramos y apreciamos, automáticamente los estaremos tratando con amabilidad. Pero seamos realistas: esto no significa que tengamos que aceptar pasivamente todo y a todos. Desafiar diferentes opiniones y puntos de vista es también lo que hace que la vida sea interesante. No es necesario convencer a los demás de que tienes razón o de que te convenzan de que tienen razón, sino simplemente se trata de que nos entendamos unos a otros, aceptando que estamos de acuerdo en no estar de acuerdo. Se trata de ser respetuosos y de reconocer nuestras diferencias.

 

La verdadera belleza está en la pureza del corazón

Gandhi

 

CREE EN LA BONDAD

Namasté es un recordatorio constante de que debemos ser conscientes de que hay otros más allá de nosotros. Si crees en la bondad de los demás, es probable que los trates con compasión y respeto. Este respeto fluye a lo largo de toda tu vida, regalándote como recompensa una vida con alma.